Secretario General
Comando Nacional Universitario Aprista
El cóndor era una deidad de los antiguos peruanos o habitantes de esta zona del continente que identificaba el se señorío, la libertad y la majestuosidad de sus vivencias y si bien es cierto existe una posición que afirma que no es un cóndor, sino un águila harpía, inclusive hay varios argumentos que inducen a afirmar categóricamente que el cóndor no ha ocupado un lugar destacado en el arte y en la religión de Chavín y se argumenta también por ejemplo que el pico de la harpía es excepcionalmente sólido, filudo y fuertemente encorvado, dotado de una especie de 'diente' en la mandíbula y adaptado para desgarrar presas cazadas. La harpía lleva en la cabeza un penacho eréctil compuesto por cinco o seis plumas erizadas, en tanto que el cóndor lleva una cresta lobular y carnosa. Las garras de la harpía son filosas, fuertemente encorvadas y robustas, adaptadas para atrapar y cargar presas; en cambio, el cóndor, las tiene cortas y "como pies de gallina", según feliz expresión de Garcilaso de la Vega.
Pero más allá de que fuera águila o cóndor, lo cierto es que se dice que cuando el Jefe eligió al Cóndor de Chavín como ícono del aprismo, lo hizo por muchos motivos, entre ellos por su imágen valiente y hasta fiera y como homenaje a la cultura Chavín de Huantar.
El condor de chavín nos identifica y nos hermana en el Aprismo y puede también formar como insumo importante para el estudio desde la antropología política porque nos permitiría describir nuestra identidad politica y partidaria.
El APRA es doctrina, de América Latina!