sábado, 6 de julio de 2013

Por una Ley Universitaria sin control político

Por Alexis Meléndez Herrera
Secretario General
Comando Nacional Universitario Aprista

Email: Alexis.unfv@gmail.com
@alexismelendezh 

Desde abril del presente año la Comisión de Educación, juventud y deporte del Congreso de la República abrió nuevamente el debate para elaborar la Ley Universitaria en el Perú. Quienes formamos parte de la universidad entendemos que existe la necesidad de reformar el sistema educativo universitario en nuestro país. Esta reforma es inminente, tanto para el sector público y privado, porque necesitan rediseñar el sistema y la política universitaria para poder ofrecer una educación de calidad, con infraestructura y eficiencia. Competitivamente las universidades del Perú tienen una gran desventaja frente a otras universidades del extranjero. Por ejemplo dentro de las universidades púbicas según QS World University Rankings la universidad mejor posicionada es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; y dentro de las universidades privadas es la Universidad Pontifica Católica del Perú pero ninguna de ellas, está dentro de las 30 mejores de América Latina.
Por otro lado el último informe presentado por Scimago Institutions Rankings (SIR) encargado de evaluar y analizar la producción científica de las instituciones de educación superior, permitió identificar a las diez universidades peruanas que más investigan, entre ellas es la Universidad Peruana Cayetano Heredia la que ocupa el primer lugar a nivel nacional, pero se posiciona en el puesto 81 a nivel de Latinoamérica y en el puesto 138 en toda Iberoamérica, lo cual evidencia una baja calidad de la educación en comparación con otras universidades del extranjero.
En ese sentido debemos entender que para lograr el cambio cuantitativo de la educación universitaria no solo pasa por la publicación de una nueva ley universitaria, ni mucho menos por la creación de una Superintendencia Nacional de  Universidades de  carácter intervencionista porque no sólo atenta contra la autonomía de las universidades (que también merecen ser fiscalizadas) sino que, y sobre todo, porque conferir más competencias al Ministerio de Educación (MINEDU) sería notoriamente perjudicial a la Educación Superior Universitaria, considerando que el MINEDU administra la Educación Básica Regular, Básica Especial, Básica Alternativa, CETPROs, Institutos Tecnológicos, Institutos Pedagógicos y Escuela Superiores, sin poder revertir las evidentes falencias de calidad en gestión y contenidos curriculares. Por ello, la reforma universitaria que necesitamos requiere de una mayor asignación del presupuesto para ser invertidos en infraestructura, requiere contar con autoridades universitarias y técnicos capacitados para que puedan ejecutar el dinero asignado, asimismo se requiere una política descentralista para las universidades que formen profesionales de acuerdo a su entorno demográfico y a las necesidades de la población.
Por otro lado, la ley universitaria que se debate en el Congreso de la República también tiene aportes que contribuyen con el desarrollo de la educación superior, las cuales saludo, principalmente aquellas que se encuentran vinculadas al estudio de la ciencia y la tecnología, el voto universal proporcional de docentes y alumnos universitarios en las elecciones universitarias y la separación de estudiantes involucrados en actividades contra el Estado de Derecho (Terrorismo).
Nosotros, los estudiantes universitarios no queremos una autonomía con autoridades y mafias que controlan la universidad sino una autonomía que promueva altos estándares de calidad educativa.