sábado, 4 de agosto de 2012

SEASAP!!


Estas fueron las últimas palabras de nuestro Gran Mártir c. Dr. Carlos Philips ante el pelotón de fusilamiento, sentenciado a muerte por haber participado en la insurrección popular de HUARAZ el 13 de Julio de 1932. Hermoso ejemplo de heroísmo y religiosidad aprista, a quien las actuales generaciones le debemos culto permanente y tratar de emular su gloriosa conducta.¿Los actuales apristas podríamos tener nuevos Philips?. 

Prométeme que querrás mucho a nuestro hijo y que le enseñaras a odiar todas las tiranías. Dile que su padre murió fusilado por una de éstas. No me siento culpable de nada. Tengo mi conciencia tranquila. El único delito –si delito puede llamársele- es profesar sinceramente mi credo político, al que no renuncio ni en estos momentos supremos.

Mas que bienes materiales dejo a mi esposa e hijo los votos de que mi muerte sea un augurio del porvenir. No tengo otro delito que mi ideología aprista, a la que no renuncio ni en estos momentos supremos. Quiero que mi cadáver sea incinerado y que mis cenizas se depositen en un frasco que tenga como leyenda mi nombre y la frase"Sólo el Aprismo Salvará al Perú". Este frasco deberá guardarse en el local del Comité Aprista de Huaraz cuando pueda funcionar.

Muero sin culpa, tranquilo, pero como un verdadero cristiano, llevando en el pecho a Cristo, Nuestro Señor. Más tarde la historia reivindicará mi nombre".