martes, 4 de junio de 2013

La Administración Pública en el Perú, Participación Juvenil


Por c. Joan Stephany Herrera Figueroa
CUA Villarreal (Facultad de Administración)

Si damos una vista rápida, pese a todos los problemas que presenta actualmente el país y las situaciones críticas que actualmente atraviesan los partidos políticos, estos que siempre se han jactado de promover una reforma Estatal y por consiguiente un cambio en la administración pública en una notable mejora y eficiencia en cuanto a la percepción que el ciudadano pueda tener hacia el Estado.

El principal problema es que a pesar del trascurrir de los años, de haber pasado por diferentes gobiernos y pese a los esfuerzos de los mismos en lograr una reforma estatal, los políticos actuales entienden muy poco lo que realmente significa la estructura y la dinámica de Estado, que aún continua siendo compleja e incluso para algunos prácticamente indescifrable.

La administración pública es un instrumento para mantener un desarrollo sostenido del país en un aspecto económico y social, pero también debe entenderse como un camino para lograr que los grandes avances que se generan en el Estado puedan llegar también a las grandes masas poblacionales y que la distribución favorezca también a los que más lo necesitan y no solo a los que más tienen, ya que aún recorremos un largo camino para acabar con la pobreza extrema, y así podamos alcanzar el tan ansiado objetivo trazado por el maestro Víctor Raúl Haya de la Torre, un país de pan con Libertad.

En el ámbito económico, el sector privado cumple cabalmente con resolver temas solo en aspectos de inversión, producción y resultados, en este sector se utilizan métodos que no pueden ser aplicados en el sector público, puesto que provienen de naturalezas totalmente diferentes, mientras el primero busca optimizar resultados siendo competitivos, no solo en gestión de resultados cuantitativos, sino también cualitativos, en el sector público es en principio gestión de las políticas públicas que luego serán plasmadas en leyes, y que tendrán por objetivo facilitar el equilibrio del mercado y la distribución de los bienes entre los diferentes sectores: educación, salud, infraestructura, seguridad, entre otros. La meta primordial es alcanzar el bien común.

Un estado social, democrático y de derecho sería imposible de conseguir, sin una administración pública, que sea consciente de su ser y su objetivo. Para poder alcanzar el cambio que todos los peruanos anhelamos necesitamos una reforma que venga desde las bases hasta los más altos mandos, es momento de brindarle a los jóvenes la oportunidad de hacer algo por el país, y darnos cuenta de que la juventud avanza, seamos conscientes de la situación en que nos vemos inmersos, no queremos seguir con las manos atadas, los jóvenes tenemos mucho que entregar y realmente creemos que es momento de trazar el camino para un gran cambio.

La administración pública por base y en esencia de su propio ser es burocrática y no alcanza a cubrir la expectativa de la población en general, debemos buscar facilitar los accesos de la misma al poder, que actualmente solo satisface las necesidades de una élite empresarial que se ve beneficiada con la normativa que el estado propone y no se le da el valor adecuado al  trabajo y al esfuerzo de los menos favorecidos, por eso es nuestra responsabilidad generar un cambio paulatino que a mediano o largo plazo nos lleve a cubrir las expectativas de la población.

Por lo tanto es nuestro deber incentivar a los jóvenes a participar de este gran cambio, generemos un compromiso que expanda los alcances de nuestra sociedad, seamos promotores de nuestros objetivos, y promulguemos el desarrollo sostenible para que a través de los años logremos el objetivo principal de la administración pública, que es el simplemente el bien común.