Yo creo en la capacidad (como organización política) del Partido Aprista Peruano y creo también en todos y en cada uno de mis compañeros y compañeras, que con la sombra inmortal de su fundador, nuestro compañero Víctor Raúl Haya de la Torre siempre nos inspiran en nuestras acciones, dentro y fuera del partido, y creo ahora más que nunca, ahora en este tiempo en el que ya no somos gobierno y en el que algunos “compañeros” ya no pueden ofrecer un puesto de trabajo a cambio de un interés que está por encima del interés del partido. Por lo tanto ya nadie podrá decir soy aprista sin serlo, ni sentirlo, ni mucho menos vivir esta tan hermosa y sacrificada forma de hacer política; además también nos permite reflexionar a todos los compañeros y compañeras que no podemos y no pueden vivir esperanzados del puesto o cargo público, entendamos hoy que todo lo que hagamos por el partido de Haya de la Torre, es por él, por esa vida sin tregua, por esa vida dedicada a la política y al deseo de servir: Si no vives para servir, no sirves para vivir.
Por eso ahora nos toca hermanarnos en el espíritu aprista, resolver lo más pronto posible nuestras diferencias para construir nuestro consenso y fortalecer nuestras coincidencias ¿Cómo lo haremos? ¿Quién nos guiará? ¿Quién es el más indicado? Quizás no tenga una respuesta contundente y quizás ustedes tampoco, estoy seguro que cada uno de nosotros nos conocemos muy bien, por ello sabemos reconocer virtudes en el prójimo, dejémonos llevar por nuestra conciencia, por la moral y la ética, no por el fanatismo, el amiguismo o el ambicioso interés personal, no lo hagamos porque sino cuando nos pregunten nuestros amigos ciudadanos que nos paso como partido, indudablemente debemos decir que por nuestra culpa y la de otros hemos destruido el partido que se formó y se consagro por la sangre derramada en CHAN CHAN, los destierros, los encarcelamientos, las calumnias e indudablemente por el liderazgo de Haya de la Torre quien siempre predico con el ejemplo. Sino solucionamos ahora nuestros problemas, mañana será muy tarde.
Entonces compañeros y compañeras los invito a reflexionar una vez más, los invito a dar el primer paso, sin odios ni rencores, sin resentimientos, todos seremos importantes para la Reconstrucción del Partido, recuperemos nuestro espacio en la sociedad, aquel espacio que no nos lo ganaron, sino el espacio que nosotros dejamos vació porque nuestras diferencias nos alejaron al borde del debacle organizacional, prueba de ello fueron nuestras derrotas en los gobiernos locales y prueba de ello son las dos últimas candidaturas con mayor trascendencia en el escenario nacional. No lloremos sobre la leche derramada y dejemos el florido discurso y solo dediquémonos a hacer APRISMO.