Después del largo proceso de gestación por el que atravesó el Aprismo desde 1919 hasta 1930 y que además estuvo lleno de incertidumbre e inestabilidad, se produce la Fundación del Partido Aprista Peruano. Desde el primer instante esta novel organización política se encontraría con un sinfín de obstáculos, sin embargo, todos éstos lejos de ser motivo de desánimo o desazón fueron alicientes para seguir adelante.
Al vislumbrarse la caída de Leguía, la actividad de los grupos Apristas en México, Paris y Buenos Aires
aumentó, Haya de la Torre envió a Luis Heysen y Luís Eduardo Enríquez, este último logró ingresar al Perú y tomar contacto con la célula que funcionaba en Sicuani (Cuzco), para que inicien el trabajo de formación del Partido Aprista Peruano. Es importante precisar que al primer personaje, sobre quien recayó la
responsabilidad inicial de formación del Partido, fue al poeta Alcides Spelucín. Hubo reuniones previas en una casa ubicada en la calle el Milagro, donde se acordó el contenido del manifiesto y las actas. Finalmente en la madrugada del 21 de setiembre de 1930 se firmó el acta de fundación del Partido Aprista Peruano, en el humilde taller de ebanistería frente a la plazuela del teatro en el jirón Huancavelica.
En el Acta de Fundación los trabajadores manuales e intelectuales declararon adherirse en todas sus partes a los principios doctrinarios políticos anunciados por el APRA. Es importante mencionar que entre los firmantes se encontraban: Serafín del Mar, Alcides Spelucín, Luis Eduardo Enríquez, Alfredo Gamboa, Leoncio Muñoz, Francisco Galarreta, Magda Portal, Rodrigo Franco Guerra, José A. Carvalho D. y otros más.
¡Viva Haya de la Torre!
¡Viva el Partido Aprista Peruano!
¡Viva el Perú