lunes, 17 de octubre de 2011

La necesidad de un sistema de partidos en el Perú y la formación de dirigentes jóvenes en el PAP

Por Stalin Portal Cabanillas (*)
stalin.18@hotmail.com

Esta reflexión de opinión tiene como objetivo exponer algunas ideas sobre la necesidad de la formación de jóvenes dirigentes dentro de un sistema de partidos políticos fuerte y que represente a las grandes mayorías, y no a intereses subalternos, vinculados generalmente al avance del neoliberalismo, a través de su institución predilecta, el mercado.
Para tener un Estado fuerte, que pueda poner límites a la expansión y avasallamiento por parte del mercado, dentro de la agonía neoliberal, es necesario contar con un sistema de partidos políticos fuerte y organizado, que en su seno albergue a verdaderos partidos con lineamientos programáticos. Estos lineamientos deben sustentarse en las necesidades nacionales y generar temas de discusión en torno a nuestra realidad socio – política actual y sobre el futuro Bicentenario de la Independencia de la República del Perú. Todo lo anterior articulado por un proyecto nacional incluyente y con base en el desarrollo de nuestro pueblo, con una esencia democrática de organización política, adecuada a nuestra realidad Latinoamericana, región que ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo histórico del mundo global capitalista desde el siglo XVI.
Los partidos políticos, con su sistema de representación, son el vínculo por excelencia que integra y une sociedad y Estado. En la década de los 80’s y mucho más en los 90’s, el sistema de partidos políticos cae como un castillo de naipes y entra en un proceso crítico, que es profundizado en la década de la dictadura fujimorista (1990 al 2000). Este crisis, y quizás su fin, deslegitima y desprestigia a los partidos políticos tradicionales y los reduce al mínimo, al grado que algunos desaparecen (IU), o pierden protagonismo en el escenario político nacional de inicios de siglo (APRA, PPC, AP, PCP, etc.) Esta crisis también genera el fenómeno de aparición de outsiders en el concierto político electoral.
A estas alturas somos conscientes de la enorme falta que hace un sistema de partidos en el Perú. Al margen del tema legal, es necesario que el gobierno actual tenga la iniciativa de contribuir a la formación de una consciencia ciudadana que reconsidere y vuelva a creer en los partidos políticos, o al menos en que se pueda generar la expectativa de la necesidad de un sistema de partidos fuerte. Obviamente los partidos han tenido también responsabilidad en esta tragedia.
Sin embargo, la iniciativa también debe partir de los mismos partidos, recuperar ese vínculo que los une a la sociedad y recuperar, también, la legitimidad perdida. El Partido Aprista no puede ser la excepción. Siendo el partido más organizado y más antiguo, debe asumir en los próximos años, el liderazgo y protagonismo (que siempre lo ha caracterizado) de la arena política en el país. Ello pasa por revalorar nuestros principios, reorganizar nuestra estructura partidaria, adecuar nuestra doctrina al nuevo escenario mundial, enarbolar nuestros postulados primigenios, renovar moralmente nuestras bases, eliminar la corrupción y formar nuestros futuros dirigentes.
Respecto a la formación política de nuestros jóvenes, es una necesidad cada vez más imperante. Es por ello la fundación de nuestra Escuela de Dirigentes. El objetivo es formar cuadros que formen cuadros. La formación de nuestros próximos dirigentes jóvenes no solo pasa, a pesar de ser un aspecto fundamental, por la formación académico – intelectual, sino también por la preparación técnica en distintas ramas del conocimiento y saberes. También implica desarrollar destrezas y técnicas de manejo político territorial y funcional. Recordemos que Haya de la Torre decía que el partido es una escuela de formación integral para la vida.
Los aspectos fundamentales en que los partidos deben poner énfasis para la formación de sus dirigentes jóvenes deben estar enmarcados en los siguientes puntos: Gobernabilidad, Ideología y doctrina, Políticas públicas, Gestión política, análisis político, debate y polémica, ciencia y tecnología. De estos puntos se derivan diferentes temáticas y módulos que deben contribuir a la formación integral de la juventud, poniendo énfasis en el desarrollo de las habilidades de los futuros dirigentes para que adquieran capacidad de manejo y las destrezas afines. Los futuros dirigentes deben estar en la capacidad de desenvolverse con sagacidad en el ámbito público y privado, en los cuales tenga participación el Estado. El perfil de un dirigente aprista para la próxima década debe tener un aspecto integral y otro especializado, lo que le permitirá moverse en diversas dimensiones de los social, político, cultural y ambiental. Puesto que creemos en la importancia de un sistema de partidos políticos fuerte, este debe comenzar con la formación de sus futuros conductores, que somos los jóvenes de ahora, y así contribuir con el desarrollo de la organización y ejercicio del poder dentro de nuestro país.
Para que exista un sistema de partidos que se encargue de representar a las grandes mayorías, es necesario comenzar formando a nuestros jóvenes para el presente y futuro. Por ello una primera experiencia es vincularse a las actividades políticas locales. Esto generará un laboratorio de experimentación para los jóvenes. No hay mayor aprendizaje para el hombre, que la experimentación empírica. Los jóvenes dirigentes de hoy deben ser los que ocupen los espacios políticos de representatividad en los próximos años. Así existirá un sistema de representación sólido, y quizás surge el debate entre la vigencia de la democracia representativa, versus la muy mentada democracia participativa. Esta es la idea que inspira la formación de esta Escuela de Dirigentes, cuyo objetivo es insertar a jóvenes, debidamente preparados, en las estructuras dirigenciales partidarias y estatales en los próximos años, y así llegar al Bicentenario de nuestra independencia, en el poder.

(*)Es Sec. Gral JAP Breña. Integrante del Comando Universitario Aprista de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudiante de Sociología