lunes, 14 de mayo de 2012

Día de la Madre: hoy, mañana y siempre.

Mireyra Valderrama Alarco
Universidad Nacional de Trujillo

Hoy conmemoramos una vez más el día de la madre, este ∙13 de mayo del 2012∙, celebraciones una de las fechas más importantes del año, fecha que también recordamos con honor a la Virgen María, la ∙madre de Jesucristo.

Como olvidar a aquella madre compañera que en 1933, en un paréntesis de la persecución a nuestro partido, y cuando Víctor Raúl volvió a Trujillo, se acercó al c. Jefe y le dijo: "Jefe a mi hijo mayor lo perdí en la revolución del 7 de julio, pero aquí le traigo a mi hijo menor, para ponerlo al servicio del partido y la lucha por la justicia social”.

Esta anécdota, que está documentada y consta en la historia del aprismo, demuestra donde residió la fuerza vital del aprismo, durante los años de la persecución. Su fuerza espiritual estuvo en la madre-compañera que protegiendo su hogar, sacó adelante a sus hijos, asistió a su esposo en las catacumbas o en la cárcel, y encima educó a sus hijos en el amor a nuestra causa de justicia.

Esa compañera abnegada, que en algunos casos no conoce la filosofía del partido, pero que lo ama, más que cualquier intelectual, Estuvo con su partido en las horas difíciles de la dictadura, defendiendo a su organización partidaria, saliendo a marchar por la democracia y la justicia social. Esa mujer aprista, compañera, combatiente, es la que ahora  nos permite decir que el APRA NUNCA MORIRA.

Sin ella, sin su esfuerzo, sin su disciplina, sin su tesón, el partido ya habría perecido, Madre aprista que diste todo de ti para lograr una sociedad fraterna y solidaria, donde tus hijos pudieran vivir sin ser explotados ni excluidos.

Honor y gloria a la madre aprista, campeona de mil batallas, constructora de futuro y ejemplo de amor hacia un sagrado ideal.